Era el martes a mediodia cuando sentado en la cafeteria de costumbre abro mi laptop y lo primero que hago casi siempre es abrir mi facebook para desconectar y socializar un poco en mi breve hora de descanso. Me encuentro una foto de un amigo que suele moverse a surfear con unas olas increibles!!.. Casi me muero de la envidia, yo trabajando y el pana coronando, miercoles igual, jueves y finalmente llega el viernes a las 10 pm que es mi hora de salida. Voy cansado como un burro y como siempre suelo hacer llamo a mi amigo Nacho para que me informe del surftrip del sabado. El pana me comenta que una conocida playa de ferrol estubo carburando y me manda el enlace, unas olas increibles, de repente siento la adrenalina recorriendo mi cuerpo pensando en lo que voy a coronar el dia siguiente, en el pronóstico del tiempo dan frio, mucho frio pero no me importa, mañana va a ser sabado y tengo que desconectar de mi durisima semana de trabajo ( una de las mas duras desde hace mucho tiempo). Llego a mi casa y me pongo un video de surf, sigo viendo fotos, más videos y me convenzo a mi mismo que debo dormir para poder levantarme temprano.
Estaba agotado a las 8 de la mañana de hoy (aqui es como levantarse a las 6 de allá) pero algo que todos tenemos me hizo ponerme en pie rapidamente, agarrar mi tabla y salir de la casa con una sola idea en mente.
Al montarme en el carro el termometro marcaba 4 grados, la dirección del swell habia cambiado pero no importaba, tenia que ir. Me encontre con los panas y rodamos chequeando picos!!.. Todo estaba flat, una sensación de rabia y desmotivación rebotaba en mi cabeza, odiaba el surf. Al llegar al ultimo point la cosa no pintaba muy bien pero era lo que habia, un sideshore que te cortaba la cara, olitas de un cuarto de metro como maximo y muy pocas esperanzas.
Lo bueno de ir con los panas a la playa es que siempre hay uno que se motiva, el otro pone a sonar reggae y el botón de encendido titíla, es el momento de ir al agua. Saco mi wetsuit, mi gorro y mi tabla, me cambio como alma que lleva el diablo y corro como un demente pa entrar en calor, el agua friísima y unas olas poco alentadoras..
Yo que era el más nube negra del grupo al final de la sesión fuí el que coronó las olas más decentes, unos buenos giros y olitas divertidas...
A veces las circunstancias se confabulan a tu favor como cuando no tienes ganas de salir de rumba, estas más desarreglado que los panas, ladillao y todos te convencen... Sales casi por instinto y terminas coronando a la mega mami, pasándotelo en grande y haciendo de esa una de las mejores noches de tu vida, algo asi me paso hoy.
La verdad es que el surfing es una sana adicción pero esta sensación de llegar a casa con una sonrisa en los labios, el cuerpo relajado y un día compartiendo con los panas no tiene precio. Para todo lo demás existe master card!!!... Un abrazo a todos, sigan surfeando.
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